“El sentido del mundo tiene que residir fuera de él. En el mundo todo es como es y todo sucede como sucede; en él no hay valor alguno y si lo hubiera carecería de valor. Si hay un valor que tenga valor ha de suceder fuera de todo suceder y ser-así. Porque todo suceder y
Etiqueta: valores
Tras la metafórica “muerte de Dios” anunciada por Nietzsche, se fue materializando lo que ya previó tiempo atrás su admirado Dostoievski, que “si Dios no existe, todo está permitido”. Sea por defunción de una falacia, o por no ser nada en sí, lo cierto es que la carencia de un ente supremo que regule, limite
Damos por descontado lo que nos parece obvio, aun habitando un mundo en el que se evaporó el reconocimiento de lo mínimo evidente. Sin referentes axiológicos compartidos como prioritarios, no hay más obviedad que el deseo de cada sujeto, su ambición, su voluntad y su poder de imponerla a los otros.
Quedarse sin “habla”, sin capacidad para decir nada ante lo observado, es una reacción genuina y espontánea que curiosamente traza rasgos significativos del individuo al que le sobreviene esta incapacidad. Los hechos que provocan este estado en el sujeto son relevantes porque no es, por supuesto, lo mismo perder el habla ante un regate espectacular
Los hechos, desligados de los valores, son lo que son: algo inaccesible para un sujeto sin posibilidad de deslindarse de sí mismo.