IMAGEN: GUERRA EN YEMEN Estoy ante el ordenador con la mente embotada. No porque no tenga nada qué decir, sino por ansiar decirlo todo. Desearía hallar las palabras para gritar, aullar el dolor de las guerras, las más mediáticas y esas que sangran igual, pero son ignoradas. ¡Y no es un tópico! Es la angustia
Etiqueta: insensibilidad
Todo acontecer parece carecer de importancia, inmersos en un marasmo de sucesos, nada es ya acontecimiento sino accidente nimio, entre los que vamos sorteando la existencia. Habituados a ver, protegidos por imágenes, las atrocidades más inhumanas, cuanto hay se desliza por una indiferencia sin discriminación. Nuestra sensibilidad puede tolerar un anuncio poco oportuno, con la
Es preocupante cómo los ciudadanos -en España, por ejemplo- siguen abducidos por las confrontaciones de los denominados representantes políticos, que llegados al poder o al Congreso en general pasan a representarse a sí mismos, y parecen olvidarse de lo que es nuclear para la subsistencia cotidiana de todo individuo que tiene el reconocimiento de ciudadano
Hay sucesos que, al ser tan frecuentes y abundantes en el mundo, los normalizamos. Inundaciones, incendios, desastres naturales, en general, que arrasan con vidas y con la posibilidad de continuar haciéndolo en condiciones dignas. Podría enumerar diversos ejemplos que vemos a diario en periódicos y noticias. Entre estos sucesos, lo más cruel sea quizás la
Hay un cuerpo esférico sometido a una alta presión por uno de sus lados. Se achata, se minimiza y, en consecuencia, va expulsando todas las partículas que ocupan su superficie. Esas partículas huyen antes de ser volteadas al azar y lo intentan desplazándose a otras zonas de la esfera, pero ¿por dónde huir sin ser
En un arrabal anexo resguardo discretamente la pena, inhumada como si hubiese fenecido a base de ignorarla. Y nadie piense que se apoderó de mí la vergüenza o el pavor de traslucir debilidad ante los fisgoneos ajenos. No, es mi propio temor por sentirme poseída y embadurnada de brea líquida; esa que ennegrece el alma
El dolor es consustancial a la vida, lo cual no es óbice para que deseemos otra vida. Al contrario, precisamente porque hemos adquirido esa trágica conciencia de la relación necesaria entre vida y dolor, estamos legitimados a querer una existencia bien diferente. Sobre todo, desde el momento en el que no podemos afirmar lo mismo
Es cierto que en un mundo en el que abunda el dolor, la tragedia y el sinvivir, cada uno tiene el derecho de regocijarse en su burbuja de humano minoritario privilegiado. No mirar, para no ver, y vivir como si su mundo fuese el mundo. Esta postura la he oído en los últimos días a
En un arrabal anexo resguardo discretamente la pena, inhumada como si hubiese fenecido a base de ignorarla. Y nadie piense que se apoderó de mí la vergüenza o el pavor de traslucir debilidad ante los fisgoneos ajenos. No, es mi propio temor por sentirme poseída y embadurnada de brea líquida; esa que ennegrece el alma
La estancia se extendía a lo largo de unos trescientos metros cuadrados en forma rectangular y alargada. Sus habitantes solo ocupaban la mitad del espacio, separando la zona habitada por medio de una puerta ocluida, como si de un intestino se tratara el conjunto, que permitía su desbloqueo a voluntad. Pero, cierto día a raíz









