Cuatro sillas arrimadas a una mesa. Una vacía repleta de presencia. Un estar sutilmente reclamando su lugar arrebatado, tras años de sufrir. Un desenlace precipitado, pero no inesperado. Aunque, a decir verdad, ¿quién está preparado para ese instante en el que el hálito del alma deja de palpitar? Y súbitamente la vida es ya muerte,
Etiqueta: Injusticia
(Volvemos, tras un tiempo de descanso intermitente, a las publicaciones diarias, o casi. Y a la lectura de vuestros blogs. Gracias!!!) Un aldabonazo que fragmenta el alma en porciones asimétricas difíciles de reconstruir. Un brazo ejecutor con escasa conciencia moral que dilapida la posibilidad de lo común. Regodeándose en los trozos esparcidos por doquier. Arremetiendo
Es cierto que en un mundo en el que abunda el dolor, la tragedia y el sinvivir, cada uno tiene el derecho de regocijarse en su burbuja de humano minoritario privilegiado. No mirar, para no ver, y vivir como si su mundo fuese el mundo. Esta postura la he oído en los últimos días a
Sabemos que cuando algo llega a su límite se desborda, en forma de explosión que destroza cuanto haya alrededor, como un alarido intensamente rabioso que simultáneamente provoca la implosión de la cosa misma. Explosión por una presión súbita interna que vomita el malestar hacia afuera, o implosión por esa fuerza externa que de tanta insistencia
Un adarve invisible pero recio nos mantiene aislados. El enemigo es, asimismo, imperceptible y por ello oculto, un supuesto virus corona que tan solo se hace patente por sus efectos. La cerca se manifiesta en la insistente y recomendada o impuesta distancia social. Aquellos que nos hallamos en un lugar privilegiado, esa minoría que vocea
Recuerde el alma dormida avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida cómo se viene la muerte, tan callando; cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado, fue mejor. Anoche, intentando conciliar el sueño, acudieron a mi mente estos versos de
Stefan Zweig en su obra Momentos estelares de la humanidad, se hace eco de una obra de Tolstoi Y la luz brilla entre las tinieblas, un drama inacabado por su autor, en el que en labios del propio Tolstoi se formulan estas palabras: “Pero yo no conozco el odio, no quiero conocerlo, tampoco uno dirigido
El lenguaje nos traiciona, a menudo, porque, como bien sabemos, no hay posibilidad de convertir con propiedad lo que es, en un sistema simbólico. Entre la cosa y la palabra se da una distancia necesaria por cuanto no son mismidad. Bien, pues partiendo de esta constatación el lenguaje, y más el ordinario, nos traiciona, haciéndonos
Voces que declaman en silencio la atrocidad de la injusticia: rostros negros o cenizos, miradas que no pestañean porque no tienen nada que ocultar.
La excelencia académica de los estudiantes debe ser reconocida, premiada y estimulada con becas que garanticen la dedicación de estos a la formación que los capacitará en el futuro como potenciales profesionales competentes. Ahora bien, si no compensamos la lacra de la desigualdad con becas especiales para aquellos que, entre los estudiantes excelentes, deban asumir