Hemos ido caminando por una ladera agreste y escarpada, ya que toda comprensión es perspectiva o «ladera» propia, y, desafiando a Sísifo, nos hemos mantenido estables en un cierto nivel de la subida, con retrocesos y avances, pero equilibrados. Con una carga pesada que yo llevaba en la espalda y tú aguantabas. Lastre más liviano
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Tal vez, cuanto sucede en el mundo nos sobrepasa, formándose una red caótica de disparidades, fenómenos aislados que somos incapaces de interconectar. Sin posibilidad de establecer un cierto hilo conductor que dé cuenta del acontecer, somos como zombis que deambulan buscando quiénes eran y quiénes son ahora. Podemos admitir que no hay conceptualización que no
Nos empecinamos en hacer lo que no podemos, como si la fuerza de nuestra voluntad pudiera transmutar lo que se halla fuera de nuestro alcance, nuestros límites. No hablamos de lo imposible como acontecer, sino de nuestra incapacidad de causarlo. Agotamos todas nuestras energías en gestar lo que no nos es posible y, paradójicamente, nos
Cuando pensamos lo humano, tendemos a ver en la cultura el rasgo distintivo respecto de otras especies. La cultura parece ser aquella diferencia específica, propia, que revela lo más genuino del ser humano. Sabemos que fue la evolución biológica la que posibilitó, gracias a la aparición de la racionalidad y el lenguaje, la cultura. Ésta
No hay amoralidad en el humano —excepto en individuos con determinadas patologías psicóticas, según dicen los especialistas, que no cabe incluir en esta reflexión— Lo que tiene lugar son perspectivas morales diversas desde las cuales juzgamos como inmorales acciones que no se ajustan al patrón que hemos interiorizado. Ser amoral significa no tener noción alguna
Si rastreáramos esa zona interior que todo humano alberga hallaríamos un elemento universal: una dicotomía polarizada constituida por el bien y el mal. Esta se manifiesta como una paradójica cohabitación entre un monstruo y un héroe; un diablo y un ángel, y toda materialización posible e imaginable que, por cierto, la literatura nos ha mostrado
Disponiendo de todo cuanto, de facto, hay, simulamos domeñar el mundo como si este no opusiera resistencia alguna. Pero este dolo, perpetrado y erigido bajo el supuesto de nuestra razón ilimitada, se desvanece ante el contraste empírico que nos desenmascara, mostrándonos como entes mediocres y sometidos –a su vez- al deseo egoísta y a la
Si el color es una cualidad resultado de nuestra percepción –de ahí las discrepancias que suelen suscitarse- por tanto, mero aparecer del que no podemos predicar con rigurosidad ni su existencia, ¿no deberíamos establecer una distinción, no solo entre lo real o lo aparente, sino también entre lo aparente y lo existente? Es decir, de
La indagación filosófica puede ser casi aséptica, o filtrada por la pasión del sujeto. A este último término, es decir, al soporte de las vivencias, sensaciones y representaciones del ser individual, se le atribuye un significado en el que prevalece esa función de sostén de la experiencia interna o externa, o bien se lo reduce
Un motivo es un acicate para la acción, sin el cual estaríamos desprovistos de voluntad y fuerza. Los motivos son, en consecuencia, causas que elegimos como fines. Sin este acto de decisión, nuestra condición perdería su unicidad.