¿Cómo soportar el requiebro de quien te ha demandado ayuda? El escurridizo movimiento, e inesperado, te deja tendida en la absurdidad. Es como si pidiéndote que te tires en paracaídas, y accediendo a pesar del pavor, te sobrecoges al comprobar que está defectuoso, y en el descenso al vacío te recriminan no haber comprobado el
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La generosidad es la cualidad del que actúa de forma dadivosa, franca o con liberalidad[1]. Término de origen latino genus/generis, que significa de buena raza y prolífico, fecundo, entendiendo que es una virtud esencial de una raza su calidad y abundancia de reproducción. No obstante, para identificar el sentido amplio del término no podemos olvidar
Esta entrada fue escrita en octubre de 2019. Hoy, sumidos en la incertidumbre de nuestra propia permanencia en el mundo, la actitud de vivir cada día como si tal vez fuese el último puede aumentar la intensidad de nuestros gestos hacia los otros, y tratarlos con la dignidad que se merecen, ya que quizás no
La inmortalidad es el simbolismo que deja tras de sí el rastro benéfico de las acciones, no solo de las palabras, de quien dio su vida por otros. Y dar la vida no significa literalmente morir, sino entregarse, sacrificarse ante el dolor y el padecimiento del Otro que necesita apoyo y luz en un tránsito
Decía Ignacio de Loyola «En tiempo de desolación nunca hacer mudanza, más estar firme y constante en los propósitos y determinación en que estaba el día antecedente a la tal desolación, o en la determinación en que estaba en la antecedente consolación. Porque, así como en la consolación nos guía y aconseja más el buen
Un reencuentro puede ser una dádiva que mitigue el dolor de rupturas bruscas e incomprensibles, de gestos del otro que no aprehendimos desde perspectiva alguna. También, puede devenir un esfuerzo de benevolencia por obviar parte de lo acontecido, cuando el otro ya no merece, quizás esos reproches que forcejean en nuestro interior, pero que enjuiciamos
La maternidad debería ser una opción, no un sobrecogimiento, porque el cordón que une ambos cuerpos no es más que la metáfora del vínculo que, como madre, se prolonga ad infinitum. Aunque los hijos deban crecer sesgando el cordón que podría atenazarlos e incapacitarlos para vivir, las madres nunca podrán dejar de sentir su ser
No hay querer más elevado que dar la vida, por otras vidas; y hay una diversidad de maneras de poner la propia vida al servicio de los otros, a menudo monótona, cansina e imperceptible sin una mirada aguda. Pocos son capaces de ese gesto heroico, más usual es malgastar la existencia por abstracciones, metáforas y
Si un corazón acorazado, por una fácil y errada opción en la vida, se cree con derechos pero falto de deberes ajenos, no solo por miedo a decidir sometió y perdió el tacto de su palpitar, sino toda capacidad de conexión y empatía con lo otro. Su presente, la opacidad, que se extenderá linealmente como
La generosidad no cabe nombrarla, se despliega silenciosa como un aroma envolvente alrededor del otro. Al contrario, quien se jacta de ella parece querer arraparse como una sanguijuela, que aprovechando el equívoco dulzor del entorno, absorbe lo que es ajeno en lugar de desprenderse de lo propio.