Etiqueta: Ingenuidad

Contra el optimismo ingenuo

Desnutrirnos de desafecto, ignorancia e indiferencia es semejante a horadar una concavidad destinada a ser una siniestra oquedad sin culminación posible. Un algo gestado para la vacuidad, cuyo horizonte es ser absorbido sin condescendencia, por súplicas o ruegos, hasta devenir aquello que, de entrada, condicionó y posibilitó su leve estar. El tremebundo acto de asumirnos

Seguir leyendo

Amaia, nuevamente…

Una mirada de reojo, apretando los labios para contener la risa es un guiño infantil  a la vida; regodeándose reiteradamente en ese ademán provocativo que reclama una reacción del otro explosiva y festiva. Es el juego que introduce en la ironía, lo paradójico y toda una retahíla de estrategias que el infante deberá aprender para

Seguir leyendo

¿Conciencia o ingenuidad?

Anhelamos, deseamos y ansiamos lo imposible, porque lo que aparece a nuestro alcance se nos antoja tan dramáticamente conformista que se revierte en el punto de inflexión, a partir del cual nuestro querer deriva en insaciable. Esta hambruna de lo inaprehensible se despliega infinitamente, cercenada como aspiración fundamental al entrar en contacto con un mundo 

Seguir leyendo

No-ser humano

Virando desde la ingenuidad del infante cuyo cristalino mirar solo percibe la transparencia de los gestos y arrumacos que recibe, sin posibilidad de entrever lo velado y auténtico, advenimos versiones creativas de esos adultos que han jugado sucio en nuestra presencia; aventajamos en impostura a los que nos han precedido, deviniendo opacos y oscuros para

Seguir leyendo

La infancia

La infancia permanece en un lugar recóndito  de nuestro interior formateada como un conjunto de emociones que remiten a supuestos hechos de los que, en realidad, recordamos los que constituye nuestra experiencia básica. Para algunos, es un paraíso perdido ornamentado de fantasías, que genera añoranza y melancolía por lo idílico dejado atrás. Para otros, sin

Seguir leyendo

Sobre la Prudencia

Ser prudentes no es solo una virtud, sino una exigencia adaptativa consistente en preservar un cierto grado de sospecha vital. Porque quien tantea lo que le rodea, para ponderar lo que sucede, debe poseer la habilidad de dudar de lo verosímil y ejercer un intenso escrutinio sobre  lo que se muestra diáfano.  Esta perspicacia previene

Seguir leyendo